jueves, 19 de septiembre de 2013

Los aviones.

Me encontraba mirando a los aviones salir. Hace tres días no salía ninguno, pero la frecuencia ha ido aumentando. Hoy sale uno casi cada cuarenta segundos. Dice mi tío que fue operador en el del DF que eso solo se ve allá y a lo mejor en Charles DeGaullle.

También salían algunos aviones militares, pintados en su característico verde opaco. Estos eran más grandes, creo que uno de ellos fue un Hércules, esos que usan para mover carros y otros caprichos del señor presidente.

Acá la gente está muy desesperada. La foto que se hizo famosa fue la de los compañeros que se volaron las pantallas planas en la zona Diamante, pero las otras fotos no las pasan. Tenemos ya seis días sin agua ni comida. Después de la calle turística la ayuda nomás no llega. Nos quedamos viendo cómo van y vienen los taxis que salen para el aeropuerto. Los hoteles tienen agua purificada y comida hasta reventar, pero acá en la Colosio ni nos voltean a ver.

Tenemos que ser turistas para que nos traten como personas.

El huracán pasó, pero lo que más duele ni siquiera lo hace la naturaleza.

Vino el presidente a pasearse en su camión a prueba de inundaciones. Tomó algunas fotos, saludó a algunos damnificados previamente evaluados por la gente del gobernador. Luego ya no volvimos a saber nada.

Hoy me mandaron decir que me fuera para mi casa. Eso de estar mirando hacia la zona hotelera incomoda a los turistas. Me dijeron que ya saben donde vivo. Si de verdad supieran que yo ya no tengo casa porque se la tragó el lodo tendrían más miedo.


martes, 3 de septiembre de 2013

Los puntos de Amazon

Apple impactó al mundo financiero cuando anunció que con el ánimo de hacer más atractivo su mercado de libros electrónicos y música, devaluaría su sistema de crédito frente al valor de los puntos de Amazon. La primera de dos decisiones sería que a partir de ese momento, las tarjetas prepagadas de Amazon podrían ser registradas en iTunes o cualquiera de las plataformas de Apple. La segunda decisión fue que por cada punto de Amazon, Apple registraría 1.3 puntos.

Los analistas se volvieron locos. Decenas de programas dedicaron sendos análisis a la situación. Por un lado estaba el problema de cómo le haría Apple para recuperar el dinero que la gente estaría pagando a Amazon por las tarjetas prepagadas. No tiene ningún sentido, el dinero no está llegando a los bolsillos de los accionistas de Cupertino. Sin embargo, la decisión parecía tomada. El Dow Jones reaccionó como se esperaba, las acciones de Apple bajaron un 4% en las primeras seis horas después del anuncio. Amazon no reportó movimientos sustanciales.

Pasaron días, casi semanas. Los directivos de Amazon no daban ninguna noticia, nada que pudiera animar a los mercados o siguiera a la prensa. Mucha gente lo vio como un movimiento desesperado para aparecer en los medios de comunicación después de la noticia de que las ventas de Samsung estaban rebasando espantosamente las del iPhone. Otros dijeron que era la respuesta de Apple ante la compra extraña que hizo Amazon del Wall Street Journal. Los millonarios tecnológicos se están volviendo locos, ya no saben qué hacer con su dinero.

“Es la inauguración de las monedas privadas” dijo Krugman en una declaración que heló la sangre a más de uno. “Por primera vez estamos viendo corporaciones que se atreven a especular con sus propias monedas. Starbucks no tarda en hacerlo también con sus puntos Gold. No tardan tampoco en asignarle un valor a la paridad iTunes-dólar”.

A mí la noticia me encantó. Tenía meses queriendo encontrar puntos de Amazon en México ¿sabían que los angelitos solo las venden en Estados Unidos? La alternativa es meter la tarjeta de crédito, pero eso siempre conlleva el riesgo de las compras mafiosas, o las compras digitales, esas que hacen con el celular los dedos en el bolsillo sin que el resto del cuerpo se entere.

Fui al Oxxo por una tarjeta de iTunes prepagada y estaban agotadas. En el Office Depot no falló y pude comprarme una de 500 pesos. Estuve tentado de comprar también una de Farmville por aquello de que muy pronto también la paridad con Candy Crush se disparara ante los temores de que la Bolsa de Valores Argentina diera la sorpresa al final de la semana. Me contuve y guardé mi dinero.

Después de registrar la tarjeta en mi iTunes, ahí estaba “Usted tiene 500 pesos”. Ahora la pregunta angustiante era cuánto iba a tardar Amazon en reaccionar y aceptar los puntos de Apple en su página. Me dispuse a esperar.

Una mañana fría de octubre, el director de Amazon lo confirmó. Si los de Cupertino quieren jugar rudo, que vengan a jugar. A partir de ese día, cualquier tarjeta de Apple podía registrarse en la página de Amazon ¿La paridad? Se sigue respetando lo que los mercados monetarios indiquen. Para ese entonces la paridad ya estaba 1.6 puntos de Apple por cada punto de Amazon.

Maldije mi vida por haber registrado la tarjeta en Apple. Supuse que las transferencias electrónicas entre monedas serían aceptadas eventualmente, pero al menos en octubre no fue así. Cuando fui al Office Depot por otra tarjeta de iTunes descubrí que ya no había.

“Aunque me dicen que no tardan en aceptar las tarjetas de Gandhi. Yo que usted me surtía, señor”.  La empleada del Office me sonrió maliciosamente, como si supiera algo que yo no.


El gobernador del Banco de México sigue sin hacer declaraciones al respecto. Eso sí, qué bonito se le veía su Giorgio Valentino que estrenó en la última junta del Comité.